¡La Cuaresma es una oportunidad!

Estamos por comenzar marzo; nuestros propósitos que nos planteamos al comenzar el año deben de estar ya en proceso, sin embargo si éste no es tu caso te presento una oportunidad más: la Cuaresma.

Es el tiempo perfecto para comenzar nuestra conversión personal, reconciliarnos con Dios y con nuestro corazón. La conversión dicha en palabras simples es abandonar las cosas que nos apartan de Él y tratar con todas nuestras fuerzas acercárnosle.

Comencemos por practicar la humildad, pongámonos al servicio de los demás y practiquemos obras de misericordia, tales como perdonar, consolar al triste, y visitar a un enfermo; esto sin duda nos ayudará junto con la oración a estar más conscientes de lo que nos llena el alma.

Es importante recordar que el ayuno (privarse de una comida) y la abstinencia (evitar algo que nos gusta) siguen siendo prácticas católicas que no debemos omitir, ya que es una mortificación del cuerpo que nos recuerda el dolor que Jesús vivió por nosotros. 

Además de esto, los invito a combinar este ayuno físico con un acto de caridad y ser ejemplo vivo de la palabra de Dios, hagamos un ayuno de la murmuración, de palabras vanas, abstengámonos de vicios, de preocupaciones, y regalemos tiempo, sonrisas y buenas ideas que sean reflejo de que Jesús vive dentro de nosotros.

Recordemos que todo lo que nos hace daño, lo que nos da miedo, lo que nos inquieta, no es de Dios. Logremos en estos 40 días una conversión de real para que viva por siempre en nosotros la paz y el amor.

Los invitamos a la imposición de ceniza en Brillamont, la cual llevaremos a cabo el próximo miércoles, 2 de marzo. Para mayor información, favor de dar click aquí.