Un día muy especial está por llegar, el Día de las Madres, en el que recibimos regalos, flores, felicitaciones, muestras de cariño, y nos provocan sentimientos de ternura, orgullo y mucha satisfacción.

Pero llegan otros días y escuchó a mamás sintiendo culpa por dejar a sus hijos para ir a trabajar, otras que se quejan por las responsabilidades que hay en casa, algunas otras mamás se sienten saturadas con tantos compromisos de sus hijos, y unas más quisieran ser más pacientes y menos enojonas, sin embargo también hay mujeres que desearían ser mamás; pues la maternidad es una bendición de Dios.

Sea cual sea tu papel en la familia, disfrútalo, deja de competir y compararte con otras, eres la mamá perfecta que Él ha elegido para ese ser humano, algo muy encantador debes tener para que Dios te haya concedido semejante privilegio.

No hay forma más clara de ver el amor de Dios en el mundo que no sea a través de una madre, a ti te eligió para mostrar su cariño. ¿Qué habrá visto en ti? Algo muy noble, lleno de amor, cariño, pureza en el alma. Sin duda las madres son el amor de Dios en el mundo.

Tú eres prudente, detallista, generosa, y entregada. No trates de sabotear tu maternidad, ya que ésta es sagrada y perfecta. Sabiendo que Dios te eligió especialmente a ti, comprométete a sacar de tu corazón el rencor, la crítica, el orgullo, todo aquello que ensucia tu hermosa tarea en el mundo. Tú debes ser unión, inspiración, y vida; no destruyas el tesoro hermoso de ese tierno corazón maternal.

“La obra maestra más hermosa del corazón de Dios es el corazón de una madre.”

Santa Teresa de Lisieux

Dios no se equivoca, ¡eres perfecta! Que la Virgen María sea la guía y te acompañe en esta misión. ¡Feliz Día de las Madres!